8/1/09

Declaración de principios

Proyecto Aurora

Os damos la bienvenida al Proyecto Aurora, una plataforma de información y pensamiento contracorriente que, deseamos, se convierta en un punto de encuentro de aquellos que no se conforman con los productos informativos precocinados que nos ofrecen desde el pensamiento único dominante.

El Proyecto Aurora tiene su origen en la universidad, pero no se queda en ella, no es otra iniciativa teórica y alejada de los problemas de la gente de la calle. Somos un grupo de periodistas, profesores y estudiantes de periodismo de la Universidad Complutense cansados de que la censura (sí, censura, con todas las letras) de los medios de comunicación nos impida tratar los debates que laten en la sociedad, los problemas reales de la gente, la trastienda de este teatro que se empeñan en mostrarnos cada día. El capitalismo que todo lo devora tiende a tratar todo como una mercancía, sujeta a la ley de la oferta y la demanda y susceptible de convertirse en un producto cuyo valor depende de los beneficios que proporciona. Es nuestra profunda convicción que la información, como tantas otras cosas, no es una mercancía, sino un servicio público, y como tal debe ser tratada.

Nacemos como un proyecto transversal, en el que todos los que deseen un debate sano y abierto tienen cabida, y abierto a todas las inquietudes. En lugar de decidir de antemano hacia donde queremos crecer, deseamos un proyecto orgánico, en el que la respuesta que nos den nuestros lectores y redactores (porque nos gustaría que no haya frontera entre ambos conceptos) sea la que decida nuestro futuro.

Rechazamos la identificación con cualquiera de los partidos existentes, mayoritarios o minoritarios, pero eso no significa que no tengamos ideología. Queremos dejar claro que partimos de un pensamiento progresista, identificados con un proyecto de República democrática y popular, en la que todos tengamos cabida, sin discriminación por nacimiento, religión (o falta de ella) o nivel económico, en la que el poder de decisión no se le hurte al pueblo embruteciéndolo con programación alienante y publicidad omnipresente. Apostamos sin fisuras porque el pueblo soberano es, sin duda, el único agente capacitado para decidir lo que desea y conseguirlo, en todos los aspectos. Ninguna empresa privada tiene derecho a beneficiarse de los servicios públicos (es decir, de lo que es de todos), por buena que sea su gestión. Y es que una sanidad y una educación de calidad nunca serán rentables, ni una oportunidad de negocio. Son, simplemente, conquistas irrenunciables de la clase obrera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de luto por el asesinato de 1.300 seres humanos, no estoy para fiestas de investidura de ningún presidente de ningún sitio, no creo que en su discurso tenga una sóla palabra para ninguno de ellos