16/1/09

Los miembros del Proyecto Aurora con el pueblo palestino

Proyecto Aurora

Ante los brutales crímenes del Ejercito israelí en la franja de Gaza, creemos que es el momento de transmitir nuestra más profunda solidaridad con los habitantes de Gaza y su lucha contra el ejercito invasor y ocupante.

Como decían los clásicos, homo sum, humani nihil a me alienum puto (por que soy hombre, nada humano me es ajeno). Independientemente de dónde vivamos, hoy nuestros hijos son bombardeados, nuestros hermanos tiroteados, nuestras casas destruidas, nuestras familias se mueren de hambre. Mientras un solo hombre siga expuesto a la barbarie impune de un Estado terrorista, todos lo estaremos.

No nos equivoquemos: aquí los únicos terroristas son los criminales que llevan 60 años extendiendo la muerte y el horror en los Estados vecinos. Los que acusan a Hamás de ser una organización terrorista olvidan cínicamente que es el Gobierno legal y legítimo, electo en unos comicios supervisados por observadores internacionales, que solo ejerce su derecho a la legítima defensa. En el otro bando está el Estado de Israel, que prohíbe a los partidos árabes participar en las elecciones del próximo febrero, un Estado confesionalmente judío donde los árabes israelíes (que no israelitas) son ciudadanos de segunda, un Estado que se niega repetidamente a acatar las tímidas resoluciones de la ONU que logran superar el veto estadounidense. Y aun así, asistimos atónitos al cinismo de los llamados líderes de opinión, que despachan el asunto hablando de “una guerra” entre los “demócratas” israelíes contra una organización terrorista.

Es nuestra responsabilidad denunciar la pasividad cómplice de la comunidad internacional (con la heroica excepción de Cuba, Venezuela y Bolivia), y muy particularmente de EE.UU. y la Unión Europea. Unos callan y otros otorgan, y los todavía ensordecedores ecos de las promesas de cambio de Barack Obama resuenan en el silencio criminal que mantiene ahora. La UE denuncia a Rusia y amenaza con llevarla a juicio por cortar el suministro de gas, pero es incapaz de levantar la voz por los bombardeos,si no de Gaza, si al menos de las sedes de la ONU.
Es una obligación moral de todos aquellos que nos consideramos demócratas utilizar todos los medios a nuestro alcance para concienciar a la opinión pública y presionar a nuestros gobiernos. Sólo unidos podemos parar este genocidio.


Fotos: Efe

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