8/3/09

Un pequeño homenaje a la mujer... y mucho por hacer

Proyecto Aurora

Los miembros de Proyecto Aurora celebramos el Día Internacional de la Mujer y felicitamos a nuestras lectoras. Lo cierto es que esta aventura en que nos embarcamos le debe mucho a las mujeres, y sin ellas esto no sería lo mismo (o más bien ni siquiera sería posible). Nuestra compañera Lejárraga, capaz de transmitirnos su inmensa sensibilidad social, ha sido uno de nuestros grandes impulsos. Rocío Castro, lectora y colaboradora, nos ha dado ánimos cuando nos ha faltado, ha colaborado con su tiempo, su interés y su alegría. Por todo ello, gracias.

Nos gustaría decir que hoy hay mucho que celebrar, pero aunque es así, la magnitud de lo que queda por conquistar es desoladora. Pese a la modernización económica de España, la mentalidad de la sociedad sigue yendo a remolque, y tiene mucho más en común con la de un país atrasado y reaccionario donde las mujeres son ciudadanos de segunda que con la de un verdadero lugar de igualdad.

Es cierto que en buena medida se debe a las condiciones económicas del país. La explotación descarnada y cada vez más agudizada a que están sometidos los trabajadores es un caldo de cultivo ideal para el conflicto y los ataques contra los más vulnerables.

Pero no debemos olvidar el papel letal para los derechos y la dignidad de las mujeres que han desempeñado algunas instituciones todavía hoy muy presentes, y particularmente la Iglesia católica. Su legitimación de los comportamientos primitivos y salvajes, de la concepción de la mujer como una propiedad del padre y del marido y como ser socialmente inferior fueron los polvos de los que vienen estos lodos. Cada vez que en España se mata a una mujer, debemos recordar de dónde venimos, cómo estábamos hace 30 años. Cuando nos escandalizamos nuestras madres, hermanas o amigas sólo son capaces de realizarse a través de las tareas domésticas y de la servidumbre familiar, culparemos a quienes han cultivado ese concepto de la mujer.

Las nuevas generaciones de mujeres, cada vez más y mejor preparadas formativamente, y armadas ideológicamente serán la primera línea en el esfuerzo para romper con el machismo y la reacción. Pero la labor es de todos, hombres y mujeres. La lucha no puede ser encabezada por un Ministerio de Igualdad, por meritorio que sea el esfuerzo (al margen de lo mucho que tiene de propaganda, pero eso está implícito en todos los actos de Zapatero), sino que debe ser la clase trabajadora, la verdadera perjudicada, la que combata el abuso y la discriminación. La explotación de un trabajador es la explotación de todos, y sólo mejoraremos nuestra situación todos juntos, como personas libres e iguales. El día que dejemos de considerar el feminismo y la lucha por la igualdad como algo propio de las mujeres, el día en que nadie se extrañe de ver a un hombre preocupandose por la subordinación de la mitad de la sociedad, habremos dado el paso definitivo hacia la consecución de la verdadera igualdad. Ojalá ese día no esté tan lejano.
Fotos: EFE.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias amigos por vuestra felicitación, por la parte que me toca como mujer que soy, y sobre todo por considerarme alguien allegada a vosotros, ambas cosas me llenan de orgullo.

Éste día, considerado como un recuerdo a aquellas mujeres que lucharon por nuestros derechos como seres humanos que somos, por el reconocimiento de las que aún siguen en la brecha, y sobre todo, por las que les ha tocado vivir "en la parte mala del mundo", y a las cuales ni siquiera se les reconoce el ser seres humanos...me parece bien.

Lo que ya no me hace tanta gracia personalmente, es tener que reivindicar algo que me pertenece por derecho propio, no me gusta ese tufillo que en tantos sitios se le da a éste día en plan protector y paternalista, como si fuese verdad que nos tienen que regalar algo, como si nos estuviesen haciendo un favor por algo que en verdad son nuestros derechos y como tales, nos pertenecen

Yo no quiero que se me reconozca la igualdad con el género masculino, entre otras cosas porque me siento muy, pero que muy orgullosa de pertenecer al género al que pertenezco y ser una mujer. Lo que sí quiero y reivindico es los mismos derechos e iguales OBLIGACIONES, no más que ellos, que es lo que nos suele pasar a todas, pero por el mero hecho de ser personas, no por el género.

Otro significado distinto al que expongo arriba para éste día, pues como que no me gusta. Me siento como se deben sentir las ballenas, las focas, el lince ibérico o el pez globo, los días en que el organismo competente decide que se deben proteger a dichos animalitos, para que se les respete y nadie los vapulee.

No quiero parecer desagradecida, y es por eso que en todas las elecciones, sean las que sean, no dejo de ejercer mi derecho al voto, aunque no me satisfaga ninguna opción política, al acordarme de tantas y tantas mujeres sufragistas que lucharon para que yo pudiese ejercer tal derecho, siempre que lo hago pienso que las honro y me siento orgullosa de lo que consiguieron para mí.

Soy una mujer, sin calificativos, ni trabajadora, ni no trabajadora, que todas de una forma u otra llevamos miles de responsabilidades para adelante; cada día más carga de trabajo pero sin la consideración que merecemos.

Quiero hacer una mención muy especial a todas aquellas mujeres que viven o "malviven" en sociedades, donde son valoradas peores que animales, donde ven la vida a través de una rejilla, donde son obligadas desde niñas a ser mujeres, donde se les veja por su condición femenina, donde son las mayores sufridoras en conflictos bélicos, donde se les desprecia y se les lapida por hacer iguales cosas que hacen los hombres.....ojalá, ojalá que llegue el día en que todas seamos iguales en derechos. A las mujeres " de la parte buena del mundo" nos queda un camino que recorrer..., ellas por ahora, ni tienen camino. Vaya por ellas mi homenaje de hoy, de mujer a mujer.

Y a vosotros, compañeros/a, os reitero mi agradecimiento por tenerme en cuenta como si de uno de vosotros se tratase, me hacéis muy feliz y me siento orgullosa del Proyecto Aurora, de vosotros/a

Un abrazo

Visarión dijo...

No sé, yo no veo ningún paternalismo en el Día de la Mujer, aunque supongo que es interpretable. Más que como una especie protegida creo que deberías tomarlo como las manifestaciones por la masacre de Gaza: la movilización contra una injusticia manifiesta, la de la desigualdad entre varones y mujeres. Y sobre eso, no creo que la igualdad signifique renunciar a tu femineidad, ni a tu identidad. Las personas son eso, personas, iguales en derechos y dignidad independientemente de su sexo, género o de cualesquiera otros atributos. Que tú quieras usar (o no)esos derechos de una u otra manera es una decisión tuya.

Dices que eres una mujer a secas, "ni trabajadora ni no trabajadora", y tienes razón. Pero respecto a la igualdad, tienes que pensar que las que verdaderamente sufren son las mujeres de las clases trabajadoras. Por desigual que sea tu entorno, estoy seguro de que tienes muchos más problemas en común con un varón de tu estatus socioeconómico que con la Duquesa de Alba.

Anónimo dijo...

Estimado Visarión,

Siento la demora en mi respuesta, estoy ahora mucho más ocupada de lo que quisiera.

Vaya por delante que lo expresado en mi comentario es sólo una opinión, o mejor, un sentimiento, la mía, el mío, sólo eso

Ni que decir tiene que ambos estamos de acuerdo en que se debe reivindicar la igualdad, debe ser que me expreso no todo lo bien que quisiera y eso ha llevado a confusión por ésta parte. De todas formas, ¿qué le hago yo si nunca me han gustado "los días de...."?. La lucha debe ser siempre, porque tengo la impresión que "el día de...", parece que excluye a los demás días, que todavía nos desiguala más el que nos sintamos diferentes por tener un día específico. Reitero que sólo es mi punto de vista

Por otro lado, ¿en qué cabeza cabe que vaya a creer que por dejar de existir la desigualdad, voy a tener que renunciar a ser mujer?, por favor, Visarión, vuelvo a decir que debe ser que no soy muy buena comunicadora cuando es eso lo que has entendido, es evidente que me explico muy mal. Lo siento.

Con respecto a lo que dices de que las que verdaderamente sufren son las mujeres de las clases trabajadoras, estoy de acuerdo contigo sólo a medias. No son discriminadas por el hecho de ser trabajadoras, sino por el de ser mujeres. En todo el mundo, si hay alguien, sea de la parte que sea, del primero o del tercero, que "deba" sufrir humillaciones, vejaciones y desigualdades, seguro que es una mujer.

Empezando por algo tan simple como es el lenguaje, pasando por algo tan tonto como pueda ser un piropo, hasta las desigualdades más tremendas, todo pasa por un machismo absoluto.

Tú, lo enfocas desde el punto de vista materialista; yo desde una visión más global de la situación de las mujeres en todo el mundo, que no pasa por nombrar a la duquesa de Alba, porque en ningún momento me referiría a ella ni a ninguna otra de su "estilo" cuando digo la palabra MUJER. Cuando lo hago, nombro A LAS MUJERES: trabajadoras y obreras que trabajan fuera de su casa, trabajadoras que lo hacen en su hogar, trabajadoras que lo hacen en ambos sitios y que no tienen descanso, mujeres maltratadas por machos sin escrúpulos, esos no son hombres, mujeres que sufren persecución y muerte por motivo de su lucha contra la desigualdad tremenda que viven en sus sociedades, como las activistas de Afganistán, todas, todas aquellas que por razón de su sexo femenino viven con un trato injusto y discriminatorio, sea de la índole que sea.

Que no sólo la igualdad de salario es importante, Visarión. Si se lucha por la IGUALDAD a secas entre hombres y mujeres y se consigue, no habrá que volver a reivindicar que esas mujeres de las clases trabajadoras a las que aludes sean iguales a sus compañeros masculinos en salario ni en consideración, porque lo que se haya logrado para la MUJER en general, por supuesto que también habrá sido para ellas, para TODAS.

A todo esto me refería con mi comentario, siento no haberlo sabido expresar y siento si he vuelto a caer en el mismo error, no sé hacerlo de otra manera.

Un saludo, hombre

Visarión dijo...

Estimada Rocio,

Siento si has pensado que he considerado tu comentario como un error, porque ni mucho menos es así. Aquí estamos para debatir todas las posturas desde el convencimiento de que todas las opiniones son válidas en la medida en que uno sea capaz de defenderlas y argumentarlas. Y tú lo has hecho admirablemente.

No me he referido en ningún momento al salario, sino a la dignidad y a los derechos. Es frecuente que se use el asunto de la igualdad salarial como una trampa para diluir el movimiento feminista, pero no podemos dejarnos engañar por ella.

Si así fuera, sólo las mujeres que no tienen los mismos ingresos que un varón estarían discriminadas, independientemente de su clase. Pero es que no es así. El hecho es que una mujer de clase alta disfruta de unos derechos que son inaccesibles para las mujeres obreras, como la posibilidad de abortar en una clínica privada o no tener la necesidad de elegir entre tener un hijo o continuar con su carrera.

Esto es extensible a las mujeres de sociedades más represivas, como la talibán, desde luego, con mucho mayor motivo.

Esto significa que la desigualdad de la mujer se enmarca en una situación de desigualdad mucho mayor, la que existe entre las clases pudientes y las empobrecidas. Esto no es algo que se solucione en un día, desde luego, sino trabajando todos los días. Pero piensa que hacen falta símbolos, que a veces son acontecimientos (como las obreras americanas que murieron en aquel incendio), a veces personas (como Clara Campoamor) y a veces un día al año. El Día de la Mujer no es un día para trabajar por la igualdad y sentir que se ha cumplido hasta el próximo, sino un día para recapitular lo que se ha hecho el resto del año y lo que queda por hacer.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

Compañero, que al final, analizando, veo que decimos lo mismo con distintas palabras.

¿Cómo me voy yo a tomar a mal algo que tú me digas?, por favor, Woodward, ya sabes que eres "mi favorito" (sé que no debería decirlo aquí, pero todos tenemos nuestras debilidades, somos humanos), porque gracias a ti estoy aquí, participando de todas vuestras inquietudes, que a pesar de los años que nos distancian, son las mismas; curioso, ¿éh?.

Venga, descansa y dale un abrazo de mi parte a los compañeros/a del Proyecto Aurora.

¡¡ Qué felicidad !!, ¿véis las visitas que llevamos ya y que ésto sigue adelante?

¡¡ Estos son mis chicos/a !!