El pasado 26 de marzo en la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense se celebró una conferencia sobre la lucha del pueblo palestino organizada por la Plataforma Solidaridad con Palestina y la Plataforma de Ciudadanos por la República de la facultad de Ciencias de la Información que ha destacado extraordinariamente entre los actos similares que han venido sucediéndose desde la brutal invasión israelí de la franja de Gaza en enero de este mismo año.El evento, titulado Palestina: la otra mirada del conflicto ha hecho honor a su nomenclatura presentado la visión experta de las organizaciones políticas árabes de la zona que nunca encuentran su voz en los medios de comunicación occidentales.
Presentado por el siempre brillante Carlos Hermida, historiador y profesor de la facultad, el acto contó con la participación de Abdelah El Harif, Secretario general de Vía Democrática, que enmarcó el genocidio israelí de los palestinos dentro del contexto más amplio del sistema represivo de los movimientos de liberación nacional que patrocina Occidente, y particularmente Estados Unidos, y dentro del cual cabe situar la monarquía alhauí de Marruecos. Su rey, Mohammed VI, aplica la experiencia del Estado hebreo a la destrucción sistemática de la resistencia nacional de los saharauis, como antes hiciera su padre Hassan II, desde la huida española de 1975 que dejó el Sáhara Occidental indefenso ante su vecino del este.
La periodista libanesa Leila Ghanem aportó otro punto de vista especialmente interesante en una facultad de periodismo, el del proceso de legitimación de Israel en los medios occidentales, y cómo estos habían encubierto la entrega de millones de euros para la compra de armamento al criminal de guerra Ehud Olmert. Por el contrario, los movimientos de liberación como Hamás o Hizbollah son constantemente presentados como terroristas y asesinos a los que su pueblo les es indiferente, pues son islamistas fanatizados cuyo único fin es la expansión de la fe musulmana y la destrucción de Occidente y su sistema de libertades. Las iniciativas civiles que buscan un consenso y un escenario de paz viable en la zona a través del diálogo con todos los actores, como el Fórum Internacional de Beirut, del que Ghanem forma parte, son silenciadas o atacadas sistemáticamente.
Por último, Faez Badaoui, del Frente Popular para la Liberación de Palestina, aportó la visión a pie de calle de la brutal realidad diaria del pueblo palestino. Las sucesivas expansiones israelíes a medida que robaba el territorio de Palestina han provocado una realidad de miseria y carestía entre los más de 5 millones de desplazados y exiliados y entre aquellos que aun viven en Cisjordania y la franja de Gaza. A los bombardeos continuos, las incursiones “quirúrgicas” y el bloqueo a la entrada o salida de personas y materiales, hay que sumar las invasiones periódicas, como la de enero, en las que Israel utiliza todo tipo de armamento prohibido internacionalmente, incluido el fósforo blanco o las bombas que provocan cáncer en aquellos que sobreviven a la explosión. Con todo, el suyo fue un mensaje de extraordinario optimismo, y aseguró que el pueblo palestino está convencido de que sobrevivirá y vencerá al enemigo sionista.La posibilidad de escuchar a periodistas y activistas de estos países oprimidos atrajo a un público no sólo muy nutrido, sino extraordinariamente concienciado, entre el que abundaron miembros de organizaciones solidarias con la causa árabe o de defensa de los derechos humanos. La situación del Frente Polisario y un desgarrador llamamiento de voluntarios con formación psicológica para ayudar a paliar la verdadera epidemia de patologías mentales derivadas de su durísima situación cotidiana entre los niños palestinos centraron el debate posterior.
Fotos: Campo de refugiados palestinos en Damasco. Fotógrafo: Borja Robert.
1 comentario:
Enhorabuena, Visarión, como siempre.
Me ha gustado mucho que hayas hecho referencia al estado de abandono del pueblo saharaui por parte del gobierno español, los grandes olvidados, y la situación creada por el matarife de Marruecos con éste pueblo, siguiendo la política de su antecesor; y lo que más me indigna, es el amiguismo del Borbón con semejante personajillo, tal para cual, con razón entre ellos "se entienden".
Como dice Sabina: "¡hay que ver lo que pesa la corona esa !"
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